viernes, 19 de agosto de 2011

NI TE CASES NI TE EMBARQUES


Mis ítems humorísticos, no sé si muy variados o afortunados, están coronados por mi admiración a Martes y Trece. De hecho, tenía muchas ganas de hablar de ello tirando de las pobres rentas de mi memoria y de mis allegados. Gracias a Dios, YouTube existe.
El culmen del humor absurdo español quizás llegaría con Faemino y Cansado (para otra ocasión, desde luego) y tomó el relevo con la trupe de Joaquín Reyes. Lo que pasa es que no hay gag más recordado en Piel de Toro que Martes y Trece y la empanadilla de Móstoles.
Mirándolo con distancia, no sé de qué me reía yo –con muy pocos años y mucha inocencia- al ver como a una monja le cambiaba la vida una bici sin sillín o los milagros del “algodón no engaña”.
En mi casa hay una norma no escrita que dice que si mi madre asegura que la leche está “calentica, como la pide el cuerpo”, te juegas las yemas de los dedos si te acercas a diez metros. Yo tenía la impresión de que con el “Café Tacilla” me estaban parodiando a la hora del desayuno.
Cuentan que ni Encarna Sánchez ni Isabel Pantoja les perdonaron jamás la “ridiculización” (jamás lo hubiera visto así) que hicieron de su relación. Sin embargo, en mi humilde opinión, no ser imitado por Josema y/o Millán significaba no existir.
Retenemos en las retinas a Franco Battiato con un enano bailando detrás, a Mecano, a Gabinete Galigari y hasta Almódovar y Macnamara. Fue genial coser por la espalda los chalecos de Manolo y Ramón –Dúo Dinámico-. Y se marcaron el gran detalle de explicar a España entera la diferencia entre cuartos y campanadas, después del resbalón de Marisa Naranjo. Las nocheviejas nunca volvieron a ser lo mismo. La televisión entera se resumía en las dos últimas horas del año.
No sé si es que son mis favoritos pero mi capacidad de retentiva mantiene vivas las imitaciones de Simon & Gerfunkel, Juan y Junior y Los Panchos. Cuántas veces he vuelto a casa chapurreando “Si tu Mercedes Benz…”. Aunque sublime fue a mi juicio la parodia de la folclórica definitiva entrevistada por Lauren Postigo.
Tengo que cerrar este mini-homenaje que por lo prolífico de los homenajeados tan escaso queda. Por lo menos, he tomado la determinación de no volver a estar molesta en la vida. Como mucho, seguiré el ejemplo de Covadonga: “Estaré en-fabada”.

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