domingo, 11 de diciembre de 2011

Y SI…

Estamos claramente deprimidos. Hasta la Ministra de Economía de Italia se derrumba antes de anunciar nuevos recortes para sus ciudadanos. Si hasta hace unos años, quizás sólo meses, entre los amigos hablábamos de películas, discos, tele o fútbol; ahora hablamos de precariedad laboral, paro, hipotecas.
Y yo aquí, en este foro hablando de dibujos animados que nadie recuerda y cosas así. Como si no fuera yo misma víctima de esta realidad. Suerte que los que me leen comprenden.
Y estaba anoche en la cama dando vueltas, entre otras cosas a que tenía que escribir. Después de una de esas reuniones a las que me he referido. Y mezclando en mis pensamientos unas cosas y otras me pregunté qué hubiera pasado si en esas series animadas de las que hemos tratado, se hubiera abarcado una crisis económica como la actual.
Los Picapiedra trataron abiertamente el problema para tener hijos de Betty. ¿Por qué no se hubiera tratado igual el despido de Pedro? ¿Se imaginan? Al fin y al cabo, pertenece al sector más apaleado por la crisis: la construcción. El Señor Rayuela lo despediría sin consideración. O se esperaría al final del contrato para ahorrarse el despido. Ya le debería varios salarios y pagas extra. Veo a Pedro pasando la mañana delante del televisor, renunciando necesariamente a sus apuestas y Vilma sufriendo el bochorno de no poder comprar “a crédito” como está acostumbrada y de tener que mendigar algunos petrodólares a su adinerada madre para llegar a fin de mes. Los Mármol, ya habrán perdido su casa. Total, nunca supimos a qué se dedicaba Pablo. Y se comentaría en toda Piedradura que Betty volvió necesariamente a ser cigarrera.
Y en Los Supersónicos, el descenso en las ventas de cohetes habrían llevado a la "Espacio-cohetes espaciales Espacio S.A." al borde de la quiebra y el Señor Júpiter, por echarle el marrón al de siempre, le habría encargado a Súper un prototipo atractivo y económico que diera un empuje a la empresa. Pero le bajaría el sueldo y le doblaría la jornada laboral. Entonces, Súper llegaría malhumorado a casa y Ultra también lo estaría por el descenso de su nivel adquisitivo. Probablemente, el próximo verano no lo pasen en Las Venus.
En La Aldea del Arce, la actividad delictiva de Gretel se encrudecería al sufrir de verdadera necesidad y porque Otto, el policía, habría abandonado el trabajo víctima de la mala gestión del ayuntamiento liderado por Marcel. Al padre de Patty, el Señor Conejo,  también le bajarían el sueldo y ella y Bobby estarían más apáticos y volverían cabizbajos a casa al salir del colegio al que la maestra hoy no ha ido a trabajar porque está de huelga.
Por lo menos, Homer Simpson puede respirar tranquilo. Las centrales nucleares son intocables.

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